INDICE
INTRODUCCION
La autoestima en la niñez temprana es un aspecto crucial para el desarrollo emocional y social de los individuos. Este estudio tiene como objetivo analizar los niveles de autoestima en niños en edad preescolar y entender la influencia de diversos factores, incluyendo la interacción social y la valoración de los padres y maestros en la construcción de una autoestima saludable desde esta etapa temprana de la vida.
El trabajo presentado se llevó a cabo en el Colegio Olma, ubicado en la localidad de Samaná, donde se observaron y evaluaron las interacciones y actividades de juego de niños en los cursos de kinder y pre-primario. Se utilizó una combinación de observaciones directas, cuestionarios y entrevistas a padres y maestros para recopilar datos sobre el comportamiento de los niños, su percepción de sí mismos y la influencia del entorno en su autoestima.
Se observó una evolución en la dinámica del juego y las interacciones sociales a medida que los niños avanzaban en los cursos. En el kinder, se apreció una mayor cooperación y el desarrollo incipiente de habilidades sociales más complejas, mientras que en pre-primario, los juegos se volvían más estructurados y socialmente complejos, evidenciando un crecimiento en la autoestima y la confianza de los niños.
Visita un pre-escolar y observa las horas de juego de diferentes cursos (maternal, kinder y pre-primario). Escribe un diario reflexivo sobre tu visita y comenta sobre las diferencias que pudiste notar en el tipo de juego de los infantes y las relaciones con sus compañeros, tomando en cuenta el sexo y la edad de los mismos.
Diario Reflexivo
Fecha:
Hoy tuve la oportunidad de visitar el colegio Olma en la localidad de Samaná y observar las horas de juego en diferentes cursos: Martener, kinder y pre-primario. Fue fascinante ver cómo los niños interactúan, juegan y se relacionan entre sí, teniendo en cuenta su edad y género.
En el grupo de maternal, los niños y niñas mostraron un juego más individualista y exploratorio. Se centraron en actividades sensoriales y manipulativas, como explorar texturas, colores y formas. Aunque algunos compartían materiales, predominaba la exploración individual y el descubrimiento autodirigido. Las interacciones sociales estaban presentes, pero eran más simples y se basaban en compartir objetos y expresiones emocionales básicas.
En el grupo de kinder, noté una dinámica de juego más cooperativa y el inicio del desarrollo de habilidades sociales más complejas. Los niños y niñas formaban grupos pequeños para llevar a cabo proyectos conjuntos, como construir estructuras con bloques o representar roles en juegos simbólicos. Las interacciones eran más elaboradas, con un mayor enfoque en compartir ideas, negociar roles y resolver conflictos.
En el pre-primario, el juego se volvía aún más estructurado y socialmente complejo. Los niños y niñas participaban en juegos de roles más elaborados, a menudo imitando situaciones de la vida cotidiana y mostrando un mayor grado de cooperación y coordinación. Las relaciones entre compañeros eran más estables y se veían amistades más definidas. Los juegos también incluían reglas más claras y acuerdos mutuos.
En términos de diferencias relacionadas con el sexo, observé que tanto los niños como las niñas en el kinder mostraban patrones de juego similares, centrados en la cooperación y el juego simbólico. Sin embargo, a medida que avanzaban en el pre-primario, comenzaban a surgir diferencias en las preferencias de juego. Las niñas mostraban una tendencia hacia juegos simbólicos y de roles, mientras que los niños estaban más inclinados hacia juegos físicos y de construcción.
Esta visita me ha brindado una valiosa perspectiva sobre cómo evoluciona el juego y las interacciones sociales a medida que los niños avanzan en sus etapas preescolares en el colegio Olma en Samaná.
En conclusión, esta visita fue una valiosa experiencia para comprender cómo evoluciona el juego y las interacciones sociales en los primeros años de la infancia. Es fundamental reconocer y apoyar esta evolución, fomentando un ambiente enriquecedor que promueva tanto la individualidad como la colaboración, sin limitar las expresiones de género y fomentando la diversidad en el juego y las relaciones interpersonales.
Elabora un decálogo destinado a padres y maestros con pautas para ayudar a que sus hijos o estudiantes construyan una autoestima saludable desde la niñez temprana.
Decálogo
Fomentar la aceptación incondicional: Acepta y valora a tu hijo o estudiante tal y como es, reconociendo sus esfuerzos y logros, independientemente del resultado.
Brindar atención y escucha activa: Dedica tiempo de calidad para hablar y escuchar a los niños, mostrando interés genuino por sus pensamientos, sentimientos y preocupaciones.
Estimular la expresión de emociones: Ayuda a los niños a identificar y expresar sus emociones de manera adecuada, enseñándoles a manejarlas de forma constructiva.
Fomentar la autonomía y la toma de decisiones: Proporciona oportunidades para que los niños tomen decisiones apropiadas para su edad, permitiéndoles desarrollar su independencia y responsabilidad.
Enseñar habilidades sociales y de comunicación: Ayuda a los niños a aprender a comunicarse de manera asertiva, a resolver conflictos y a establecer relaciones positivas con otros niños.
Promover el aprendizaje a través de la experiencia: Proporciona situaciones de aprendizaje donde los niños puedan experimentar el éxito y aprender de los desafíos, fomentando un ambiente de aprendizaje positivo.
Incentivar el pensamiento positivo: Ayuda a los niños a desarrollar una actitud positiva hacia sí mismos y sus habilidades al resaltar sus fortalezas y logros.
Evitar comparaciones perjudiciales: Evita comparar a los niños con otros, ya que esto puede minar su autoestima. En lugar de eso, destaca sus esfuerzos individuales y avances personales.
Fomentar el cuidado personal: Enseña a los niños sobre el autocuidado, la alimentación saludable, el ejercicio y la importancia de descansar adecuadamente para promover su bienestar físico y emocional.
Modelar una autoestima saludable: Sé un modelo a seguir mostrando un comportamiento positivo y una autoestima equilibrada, demostrando respeto por ti mismo y por los demás.
CONCLUSIÓN
Los resultados de este estudio resaltan la importancia de un ambiente enriquecedor y de apoyo en la construcción de una autoestima saludable desde la niñez temprana. La interacción social, la aceptación incondicional por parte de padres y maestros, la autonomía y la expresión emocional positiva desempeñan un papel fundamental en el desarrollo de una autoestima positiva en los niños. Estos hallazgos resaltan la necesidad de promover prácticas educativas y parentales que fomenten la autoestima desde una etapa temprana, sentando así las bases para un futuro emocionalmente equilibrado y positivo.
BIBLIOGRAFIA
Durlak (1995). Programas de prevención con base en la escuela para niños y adolescentes. Thousands Oaks, Sage Publications.
Calderón, C., Balagué, L., Iruin, A., Retolaza, A., Belaunzaran, J., Basterrechea, J., y Mosquera, I. (2016). Colaboración atención primaria-salud mental en la asistencia a pacientes con depresión: evaluación de una experiencia piloto. Atención Primaria, 48 (6): 356-3651
EVIDENCIAS
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